KRYSTAL BEACH ACAPULCO, Acapulco

El hotel tiene una ubicación muy buena, cerca de la playa, pero la experiencia fue decepcionante en muchos aspectos. Las habitaciones son bastante viejas y no había refrigeración ni buen café. Además, la comida no cumplió con las expectativas, especialmente considerando el costo del servicio todo incluido. El servicio al cliente fue irregular, y la falta de algunos servicios resultó en una experiencia menos que ideal.

El hotel tiene una ubicación muy buena, cerca de la playa y con un ambiente agradable. Sin embargo, la experiencia con el servicio fue desigual y las instalaciones presentaron algunos problemas, como el mal funcionamiento de los elevadores. A pesar de eso, la atención de algunos empleados fue destacable, lo que hizo la estancia más llevadera.

El hotel tiene un personal atento y la recepción hizo un gran esfuerzo por asignarme una habitación con vistas espectaculares. Sin embargo, la experiencia general fue frustrante debido a las restrictivas reglas en la playa y la falta de atención al cumplimiento de estas. Los precios de las bebidas y servicios adicionales son excesivos, lo cual no se alinea con el concepto de 'todo incluido'.

La estancia en Krystal Acapulco fue bastante decepcionante. La habitación tenía una hermosa vista al océano, pero el aire acondicionado no funcionaba y además, las instalaciones eran muy viejas. La experiencia de servicio fue mala, con un personal que mostró una actitud poco amigable. La ubicación es buena, pero la falta de internet y el mal ambiente en el área hicieron que no quisiera quedarme más tiempo.

Mi experiencia en el Krystal Beach Hotel Acapulco fue bastante mixta. La amabilidad del personal fue algo destacable, especialmente de Juan Pablo y Eduardo. Sin embargo, la situación de los elevadores fue frustrante, lo que hizo que tuviéramos que usar las escaleras la mayoría del tiempo. También me decepcionó que las reglas para la playa no se reforzaran adecuadamente, lo que hizo que nuestra estancia no fuera tan agradable como esperábamos.